Este proyecto está desarrollado en un lugar de extrema belleza natural. Es también una zona difícil para construir debido a su clima, a la falta de servicios y a la escasez de agua. Se encuentra en un terreno de 2,000 metros cuadrados, aproximadamente a escasos 50 metros de la playa, entre la cual hay una zona de dunas —ésta tiene una importante función ecológica—. Se puso especial cuidado en que el proyecto no tuviera un impacto negativo en la zona.
Uno de los principales objetivos de este proyecto, es que tenga un fácil mantenimiento y sea práctico para el usuario y, al mismo tiempo, que cumpla con sus necesidades. Se realizó en una sola planta con un patio interior, lo que ayuda a la circulación del viento y también a regular la ventilación cuando éste es muy fuerte.
Los materiales empleados son: el adobe—por sus características térmicas y acústicas—, el concreto aparente, y las techumbres de palma.
La planta principal se eleva un metro sobre el nivel más bajo del terreno natural, dejando en cantiléver gran parte de ésta, buscando minimizar el impacto en la zona.
Las recámaras están orientadas al norte, aprovechando el bajo asoleamiento especialmente en la época de calor. En las fachadas orientadas al sur, se dejaron volados hechos con palma y vara trabada como protección y regulación del asoleamiento durante los meses de invierno.
En cuanto a la parte estética, se logró un diseño que no impacta negativamente en el paisaje, con formas fluidas, materiales, y colores que hacen que la obra, se fusione con el mismo.